El día de ayer por la tarde hubo un sismo en aguas abiertas en la Antártida de 7,1 grados Richter el cual fue registrado por los sistemas de medición a nivel nacional y mundial.
Tan solo segundos después muchos habitantes del país reportan estar recibiendo mensajes en sus teléfonos móviles del Sistema de Alerta de Emergencias SAE .
Transcurridos algunos minutos esta vez hubo otro sismo en la zona central del país de 5,5 grados Richter con epicentro en Farellones.
Las personas que recibieron el mensaje interpretaron que había posible riesgo ante este último sismo; que, sumado a un mensaje vago de parte de la alerta SAE que ya en sí era errada en su propagación geográfica invitó a la confusión total.
Si bien es cierto el error de transmisión de la alerta SAE a zonas erradas (casi todo Chile) debe ser investigado ya que ella solo debió considerar las XII Región de Magallanes también es cierto que el error no generó ni pérdidas humanas ni materiales tal como lo fue la imprudente actuación del 27 de Febrero del 2010.
Los gobiernos que son ocasionales administradores del Estado deben dejar de interferir en actuaciones que le son propias a profesionales del área y en su defecto se deben avocar en entregar todos los medios suficientes y necesarios para tener una institucionalidad de primer nivel sobre todo considerando nuestra accidentada y variada geografía.-
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